lunes, 31 de marzo de 2008

desde el corazón de mi madre que habita en mis dias

Quise romper aquella luna con los ojos del dolor, y no se porque sangre tanto hasta quedarme dormido en las manos del viento...
pero he vuelto otravez con ella:
la bella rafaga que inunda el mundo de raices y niños que nacen desde mis caminos...
y otra vez mi madre me dice:
desde la misma ventana del corazón que sangra:
hijo mío, siembrate hasta quedarte talvez solo; pero nunca te creas solo, porque yo voy contigo por tus caminos, como la luz que aquella vez te señale desde mi alma que siempre sera tuya...
son duros dias por los que los callos tendran que romper las inundaciones de las bestias:
pero tú, hijo mío, eres la sangre que regará y saciará el dolor sediento de nuestros hombres.
gracias madre mía.
seguiré...

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